No he dormido nada. Llevo unas 30 horas más o menos despierto. El bus ya ha atravesado la mayor parte del camino a San Pedro. Ahora estamos cruzando Calama, una ciudad fea y seca como el desierto que la rodea. Aquí no hay nada más que casas pequeñas, un mall y un casino. Está plagado de automotoras. La gente tiene mucha plata y la gasta en pura mierda, como autos nuevos. No hay nada que hacer aquí, sólo pasar rápido y sin detenerse en el camino a un lugar mejor…