Tel-Aviv taxi

The driver looked back at my girlfriend in the rearview mirror. “Norwegian? No, no, we don’t like Norwegians” he said roughly in his very basic English; “they only like Palestine and talk bad about Israel.” My gal, in her very polite Scandinavian custom, responded with a “but my boyfriend is Chilean.” The cab man changed his aggressive tone for a smile and said “oh, Chile! South America! Very good football! I like Chile!” I, condescendingly, replied “yeah, very good football.” Inside, I was laughing, ironically. If Israelis knew that Chile openly supports Palestine and has the largest Palestinian community outside of the Arab world, they would have treated me as bad as my girl. Ignorance is a blessing.

7 Comments

  1. The end of Chile will be when the Jews leave and are replaced by Muslims…don’t make the same mistake France did…Palestinians are a very undesirable and violent immigrants…beware

  2. Menos mal Chile sigue produciendo buenos futbolistas. Sí, Chile apoya Palestina. Pero Noruega apoya a Hamás, tal como lo hacen países como Irán o Qatar. Esa es la diferencia. Al judío promedio le disgusta la hipocresía europea, especialmente viniendo de un continente que permitió el asesinato en masa de millones de sus hermanos (y que practicó el colonialismo por siglos) y que ahora viene a horrorizarse por las muertes de algunos palestinos inocentes (y vienen a Israel/Palestina como activistas para participar en protestas anti-Israel), mientras el genocidio es la costumbre más observada en el oriente medio y llama bien poco la atención en los países escandinavos. Esa hipocresía le sigue molestando al israelí promedio. La posición política de un país tercermundista como el nuestro importa poco y nada, el hecho de que Israel tenga una comunidad palestina gigantesca mayoritariamente cristiana también es irrelevante. Israel depende del mercado europeo, y los boicots anti-israelíes en ese continente causan un daño irreparable a la economía israelí: Los más perjudicados? La clase trabajadora, integrada por más de un millón de árabes-palestinos de ciudadanía israelí, la misma clase trabajadora israelí que debe soportar la cotidianidad de los cohetes de Hamas, mientras los hippies europeos de salón huyen cuando la cosa se comienza a poner especialmente fea. Ahora te preguntas porque el israelí promedio no tiene una muy buena opinión de algunos países escandinavos? La ignorancia es mutua al parecer.

    1. Entiendo el resentimiento del “judío promedio” en contra de los escandinavos. Es una lástima que por eso mi novia y yo no hayamos tenido un muy buen momento en nuestro viaje por Israel. Aunque, por lo demás, los israelíes en general no nos trataron bien, y yo creo que iba mucho más allá de la procedencia de mi novia. Al parecer a los israelíes simplemente no les agradan los turistas.

      1. He visitado varias veces Israel y jamás he tenido una mala experiencia, jamás. Y no tengo aspecto de judío ni de israelí. Conozco a muchos chilenos que han viajado a la zona y solo narran maravillas de allí. Me gustaría saber porqué tu viaje fue una mala experiencia y espero que no porque un taxista miro feo a tu polola.

        1. Tuvimos problemas médicos y con las maletas -las perdieron-, así que tuvimos que lidiar con los servicios de Tel-Aviv. Horrible. La atención que recibimos fue malísima, muy prepotente. El no hablar hebreo, además, nos hacía mucho más vulnerables. Para qué hablar de tratar de tomar un bus al Mar Muerto desde Jerusalem… Y la cantidad de veces que nos cagaron o trataron de cagar en los taxis. En fin, pésima experiencia.

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